El alma de este proyecto

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"Ni siquiera un billón de dólares de capital puede competir con un proyecto que tenga alma." - Vitalik Buterin

La gente suele decir que Bitcoin es una religión. Me imaginé que era porque los Bitcoiners a veces pueden recordar a los fanáticos religiosos, o a los televangelistas. Pero tal vez me equivoque, y tal vez sea porque no he visto la religión de la manera correcta.

Durante los primeros dieciocho años de mi vida asistí a la iglesia todos los domingos. No porque creyera en Dios, sino porque mi madre no me dio opción. Aun así, no odiaba asistir al servicio, solo que nunca tuve lo que llaman fe, o nunca me consideré salvado.

Pero mirando hacia atrás es difícil no pensar en la gran influencia que tuvo la iglesia en mi educación, y el profundo impacto que debe haber tenido en mi visión del mundo el haber crecido en ese ambiente.

Todos los domingos recibía un mensaje sobre lo que significa ser honesto, o valiente, o humilde. Básicamente, me enseñaban sobre la bondad y la rectitud cada semana. En la iglesia estaba rodeado de adultos que veía como miembros íntegros de la comunidad. Personas que tenían negocios y trabajaban duro para mantener a sus familias. En la iglesia estaba claro lo que se esperaba de ti, cómo se suponía que debíamos comportarnos en el mundo, al tiempo que se nos animaba a aprovechar nuestros talentos para convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos.

Lo que quiero decir es que la religión es algo más que creer en la presencia de un poder superior. Se trata de creer en una forma de vida y de vivir la mejor vida posible. ¿Y si Bitcoin trata de lo mismo?

Creo que el mundo está en la situación actual porque durante demasiado tiempo no nos hemos centrado en los problemas adecuados. Lo mismo podría decirse de Bitcoin, porque incluso cuando BTC está alcanzando nuevos máximos históricos, el protocolo en sí mismo ha hecho pocos progresos para convertirse en dinero electrónico como se describe en el libro blanco. Y tanto para Bitcoin como para el mundo en general, creo que el problema que hay que arreglar es uno y el mismo: la cultura.

Para mí ese es el alma del proyecto liderado por Bitcoin ABC (actualmente conocido como BCHA). Nos centramos en construir una cultura mejor en la que se recompense a las personas que aportan valor y se ignore a las que no lo hacen. Una cultura en la que se nos anima a ser honestos tanto con los demás como con nosotros mismos. Una cultura en la que asumimos la buena fe de los demás y asumimos nuestros errores, corrigiéndolos siempre que sea posible.

Creo que la oportunidad de BCHA es enorme, y no se presenta muy a menudo. Creo que este proyecto tiene la hoja de ruta técnica adecuada, el modelo de incentivos adecuado, y lo que hace falta ahora es atraer a más personas afines, no vendiéndoles fantasías irreales, sino mejorando la cultura, lo que empieza por mejorarnos a nosotros mismos.

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